farmacovigilancia
Aspectos clave en el control de Streptococcus suis: inmunización y susceptibilidad microbiológica

Porcinos

mayo 30, 2023

Aspectos clave en el control de Streptococcus suis: inmunización y susceptibilidad microbiológica

Víctor Manuel Carrera Aguirre

Streptococcus suis, constituye junto con Haemophilus parasuis, el problema bacteriológico más importante de los últimos 15 años en la producción porcina en América. Son bacterias ubicuas en las poblaciones de cerdos y se caracterizan por colonizar a los lechones de forma muy temprana. Ocasiona mortalidades importantes principalmente por neumonía, meningitis y artritis.


Se han manejado 2 fases concretas para el control efectivo de la misma: acción inmediata (tratamientos farmacéuticos) y métodos preventivos (vacunación)

INTRODUCCIÓN


Las enfermedades causadas por Streptococcus suis conducen en todo el mundo a importantes pérdidas económicas en la industria porcina. La meningitis, la artritis y la endocarditis vegetativa son manifestaciones importantes de las infecciones por S. suis [Higgins y Gottschalk, 2005]. S. suis es también un agente zoonótico y recientemente se ha identificado como una causa importante de meningitis bacteriana en adultos y son causadas con pocas excepciones por las cepas de serotipo 2 (Gottschalk et al., 2010).


El hábitat natural de S. suis es el tracto respiratorio superior de los cerdos, en particular las tonsilas y las cavidades nasales. Se han identificado un total de 35 serotipos de S. suis los cuales se describieron y definieron originalmente con base a la antigenicidad de sus polisacáridos capsulares (CPS). Sin embargo, a lo largo de los años se ha demostrado un alto nivel de diversidad genética en la especie, lo que lleva a la reclasificación de varios serotipos. [Mariela Segura. 2015].


Globalmente, los serotipos de S. suis predominantes aislados de casos clínicos en cerdos son los serotipos 2, 9, 3, 1/2 y 7. Sin embargo, existe un claro efecto geográfico en la distribución de los serotipos, en América los serotipos 2 y 3 son los más prevalentes y están aislados a una frecuencia relativamente similar, por el contrario, el serotipo 9 es el serotipo dominante en muchos países europeos, mientras que, en casos humanos el serotipo 2 es el más frecuente seguido del serotipo 14 [Goyette et., al. 2014] Los serotipos 1, 1/2, 2, 7, 9, 14 y 22 son los más virulentos y pueden aislarse en todo el mundo. [Higgins and Gottschalk. 1999].


Los signos clínicos de enfermedad se observan sobretodo en animales entre 4 y 10 semanas de vida y raramente sobrepasan las 16 semanas, aunque en ciertas granjas se ha observado brotes atípicos al final del periodo de engorda, provocando serios daños económicos, esto último se observa sobretodo en granjas afectadas endémicamente. En la mayoría de los casos, los cerdos están anoréxicos y letárgicos, presentan eritema cutáneo, la fiebre puede llegar a los 42,5ºC, aparecen signos nerviosos como temblores, incoordinación, convulsiones y opistótonos, para concluir en la muerte del animal y en los casos hiperagudos, los animales aparecen muertos sin ningún signo previo.

ASPECTOS IMPORTANTES PARA CONTROLAR LA ENFERMEDAD


A medida que aumenta la complejidad de la epidemiología de S. suis por los análisis de la secuenciación de múltiples genes (MLST): cepas múltiples, serotipos múltiples y ST diversificados, los informes de campo describen la dificultad para controlar la enfermedad, especialmente por la "falla de la vacuna" [Goyette et., al. 2014]. Cerdos portadores son la principal fuente de infección y tanto la transmisión vertical como la horizontal están involucradas en la propagación de la enfermedad dentro de las camadas. La mezcla de animales portadores con animales susceptibles bajo condiciones estresantes generalmente resulta en una enfermedad clínica. Además, diversos manejos en las prácticas tempranas de destete no eliminan la infección por S. suis.


Las medidas de control efectivas para prevenir la enfermedad dependerán de los procedimientos profilácticos / metafilácticos y de la vacunación [Gottschalk. 2012].

INMUNIZACIÓN


Actualmente, los esfuerzos de inmunización se han centrado en el uso de bacterinas comerciales o autógenas. Estas estrategias de vacunación se están enfocando en la aplicación a lechones o cerdas para obtener mejores resultados. Se ha demostrado que el CPS desempeña un papel fundamental en la patogénesis de S. suis y esos anticuerpos contra CPS, son esenciales para la protección completa frente a la exposición homóloga [Wisselink et., al. 2002].


Con la vacunación, no podemos obviar la diversidad de serotipos frente a los cuales no inducen inmunidad y el importante número de aislamientos no tipificados. Es importante recordar que las vacunas comerciales contra S. suis protegen, únicamente frente a determinados serotipos.


La inmunidad calostral los protege de la expresión clínica de la enfermedad pero no de ser infectados. Estudios realizados en la Universidad de Minnesota han demostrado que la exposición temprana a estas bacterias en presencia de inmunidad materna reduce la prevalencia de enfermedad clínica al destete (Torremorell et al., 1999; Oliveira et al., 2001).


Un plan de control debe basarse en garantizar la transferencia adecuada de inmunidad a los lechones, mediante el calostro y la exposición temprana de los lechones al microorganismo, para que la inmunidad activa se desarrolle cuando el lechón aún está protegido por la inmunidad materna.


En la práctica de campo, ya es más frecuente la vacunación de los lechones a partir de las tres semanas de vida, revacunándolos dos semanas después para obtener mayor protección sobre las semanas de desafío.


En un estudio de campo retrospectivo (2014-2016) reportado en México por Sanchez et., al. 2016, una granja de ciclo completo con un programa de vacunación usando una bacterina comercial de H. parasuis S. suis, el calendario de inmunización establecido fue de dos aplicaciones en las reproductoras a los 80 y 100 días de gestación y en los cerdos de la línea de producción a los 7 y 21 días de edad. Los resultados evidenciaron la reducción significativa (P<0.05) de los signos clínicos, morbilidad y mortalidad durante los años de estudio en la fase de destete, además de mejorar los parámetros productivos.


MEDICACIÓN ESTRATÉGICA


En los últimos años se ha observado un incremento en la resistencia a los fármacos usados habitualmente, esto complica el escenario para obtener una terapia antimicrobiana eficaz sin antes realizar una prueba de sensibilidad microbiana. La detección precoz del agente infeccioso y un estudio de sensibilidad bacteriana, son elementos importantes para controlar de manera alterna las infecciones por S. suis. Esta información permite orientar la medicación, generar bases de datos que permitan seleccionar los antibióticos como un tratamiento, desarrollar políticas de uso de antimicrobianos, impedir la diseminación de una cepa virulenta y vigilar la aparición de nuevos mecanismos de resistencia [Aarestrup et., al. 2008].


El uso de antimicrobianos reduce la mortalidad y las lesiones por S. suis, pero no impide la infección, ya que los cerdos son portadores del agente infeccioso. Es importante mencionar que el tratamiento debe realizarse por vía parenteral, ya que los cerdos enfermos comen y beben menos. Sin embargo, el tratamiento por vía oral puede utilizarse para prevenir la aparición de nuevos casos clínicos.


M. Báez et., al. 2012 evaluó la sensibilidad in vitro de cepas de S. suis asociadas a neumonía frente a 10 antibióticos, reportando que el 75% de los aislados de S. suis mostraron resistencia múltiple, sin encontrar 100% de sensibilidad ante ninguno de los antimicrobianos evaluados (ver imagen 1).

En general, los betalactámicos muestran eficacia in vitro frente a S. suis, incluso se describe que la resistencia a las penicilinas no es frecuente [Fontana 1990].


Caso contrario a lo reportado por Ana I. Vela et., al. 2005 donde evidenciaron la susceptibilidad antimicrobiana de 151 cepas clínicas de Streptococcus suis. Más del 90% de los aislamientos fueron más susceptibles a los antimicrobianos β-lactámicos (penicilina, amoxicilina y ceftiofur), gentamicina, enrofloxacina y espectinomicina. Mientras que, el 87% de los aislamientos fueron resistentes a tetraciclinas, sulfonamidas, macrólidos y clindamicina. Las cepas del serotipo 9 fueron significativamente más resistentes que las cepas de serotipo 2 (P<0.05).


La alta proporción de cepas susceptibles a β-lactámicos y aminoglucósidos, concuerda con informes anteriores que indican que S. suis es susceptible a estos principales antimicrobianos (Aarestrup et al., 1998)


Debido al uso continuo de antibióticos del grupo de las penicilinas (amoxicilina, ampicilina, cloxacilina), en la alimentación de cerdos como tratamiento preventivo y correctivo de diversas enfermedades, puede crear un índice de resistencia antimicrobiana. Estas sales tienen ciertas restricciones por vía alimenticia, por la sensibilidad al pH estomacal y su rápida degradación en condiciones acidas, lo cual limita su absorción y por lo tanto, su efecto de acción. Por lo cual, es necesario intervenir con sales con propiedades diferenciadas que promuevan un efecto preciso, como la fenoximetilpenicilina (Penicilina V) el cual es un farmaco ideal para usarse en la alimentación de los cerdos y por tener propiedades resistentes al pH acido estomacal que no afectan la absorción y su efectividad [McKellar et., al. 1987]


En un trabajo de campo intervenido por Laboratorios Ovejero, se presentaron manifestaciones clínicas en una granja de índole septicémico, artrítico, nervioso y de aparición esporádica de abscesos en lechones de fase de lactancia-destete, que tras los pertinentes análisis bacteriológicos, dieron como resultado Streptococcus suis. El tratamiento con fenoximetilpenicilina (Fenovet®) por vía oral con una duración 14 días a 2.5Kg por tonelada de alimento equivalente a 10 mg/Kg de peso vivo, mejoró considerablemente los signos clínicos y disminuyo las mortalidades.  (Ver cuadro 1)

La resistencia de S. suis a los antimicrobianos de uso común en cerdos, incluyendo lincosamidas, macrólidos, sulfonamidas y tetraciclina, ha sido documentada en todo el mundo, con resistencia en hasta 85% de las cepas, mientras que, la resistencia para penicilina (0-27%), ampicilina (0.6-23%) y ceftiofur (0-23%) es relativamente baja.

COMENTARIOS…


Las vacunas comerciales son efectivas para generar inmunidad ante la infección por S.suis. La vacunación de las cerdas no protege a los lechones de modo completo, pero sí parece disminuir la mortalidad en las camadas. La inmunización de los cerdos de manera temprana con dos aplicaciones y con un intervalo de 3 semanas, es la mejor vía para reducir y controlar estas infecciones durante las semanas de desafío.


El uso racional de antimicrobianos para el control de S. suis es esencial para preservar la eficacia terapéutica y para minimizar la presencia de cepas resistentes. Las recomendaciones para controlar la infección incluyen: una elección enfocada y cuidadosa de antimicrobianos, junto con medidas preventivas destinadas a mejorar el manejo de los cerdos como la vacunación.


De manera general, se debe realizar una rigurosa limpieza y desinfección de instalaciones, tener un adecuado programa de adaptación sanitaria en cerdas primerizas; calostrar a los lechones, controlar la temperatura y humedad, evitar una alta densidad de cerdos en las instalaciones e impedir la mezcla de animales con diferentes estados de salud, son algunos de los factores que pueden intervenir en la presentación y difusión de la enfermedad


REFERENCIAS BIBLIOGRAFICASREFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS


1) Higgins, R., Gottschalk, M., 2005. Streptococcal diseases. In: Straw, B., D’Allaire, S., Mengeling, W., Taylor, D. (Eds.), Diseases of Swine. Iowa State University, Ames, IA, pp. 769–783.

2) Gottschalk, M., Xu, J., Calzas, C., Segura, M., 2010. Streptococcus suis: a new emerging or an old neglected zoonotic pathogen? Future Microbiol. 5, 371–391.

3) Mariela Segura (2015): Streptococcus suis vaccines: candidate antigens and progress, Expert Review of Vaccines, DOI: 10.1586/14760584.2015.1101349

4) Goyette Desjardins G, Auger JP, Xu J, et al.. Streptococcus suis, an important pig pathogen and emerging zoonotic agent an update on the worldwide distribution based on serotyping and sequence typing. Emerg Microb Infect. 2014;3:e45.

5) Gottschalk M. Streptococcosis. In: Zimmerman JJ, Karriker LA, Ramirez A, et al., editor. Diseases of Swine. 10th ed. West Sussex (UK): Wiley-Blackwell; 2012. p. 841–855.

6) Higgins R, Gottschalk M. Distribution of Streptococcus suis capsular types in 1998. Can Vet J. 1999;40(4):277.

7) Wisselink HJ, Stockhofe-Zurwieden N, Hilgers LA, Smith HE. Assessment of protective efficacy of live and killed vaccines based on a non-encapsulated mutant of Streptococcus suis serotype 2. Vet Microbiol. 2002;84(1–2):155–68.

8) Oliveira S, Batista L, Torremorell M, Pijoan C (2001) Experimental colonization of piglets and gilts with systemic strains of Haemophilus parasuis and Streptococcus suis to prevent disease. Can J Vet Res 65:161–167

9) Sánchez, J., Gómez, J., Carrera V., Gutiérrez, Z., Munguía, J. Efecto del uso de una bacterina contra Haemophilus parasuis y Streptococcus suis en los parámetros productivos de una granja porcina comercial Congreso nacional AMVEC 2016

10) Aarestrup FM, Duran CO, David G, Burch S. Antimicrobial resistance in swine production. Animal Health Research Reviews. 2008;9(2):135-148.

11) Fontana RP, Canepari MM, Lleo GS. Mechanisms of resistance of enterococci to betalactam antibiotics. J Clin Microbiol Infect Dis. 1990;9:103-105.

12) Ana I. Vela, Miguel. A. Moreno, Jose A. Cebolla, Sergio Gonzalez, Mar?a V. Latre, Lucas Dom?nguez, Jose F. Fernandez-Garayzabal. Antimicrobial susceptibility of clinical strains of Streptococcus suis isolated from pigs in Spain Veterinary Microbiology 105 (2005) 143–147

13) Aarestrup, F.M., Rasmussen, S.R., Artusson, K., Jensen, N.E., 1998. Trends in the resistance to antimicrobial agents of Streptococcus suis isolates in Denmark during 1995 and 1996. Vet. Microbiol. 60, 59–66.

14) McKellar. PA, Baxter P,Taylor D, Bogan JA. Penicillin therapy of spontaneous streptococcal meningitis in pigs. Vet. Rec. 121: 347-350 (1987)

 

 

Comentarios (0)