Coriza Infecciosa Aviar: La Bacterinización Como Herramienta De Prevención

Este microorganismo se inactiva fácilmente fuera del huesped¹. Las cepas bacterianas se clasifican en tres serogrupos (A, B y C) (esquema de Page), los cuales a su vez se dividen en nueve serovariedades (A-1 a A-4, B-1 y C-1 a C-4) (esquema de Kume)². Avibacterium paragallinarum es un importante patógeno aviar a nivel mundial que produce la Coriza Infecciosa Aviar (CIA), una enfermedad aguda y altamente contagiosa que afecta el tracto respiratorio superior de las aves. Esta enfermedad se asocia con una disminución en la producción de huevo que puede llegar hasta un 40% en gallinas de postura comercial³. Esta enfermedad se presenta de forma aguda y se difunde rápidamente, con una morbilidad que puede alcanzar entre un 60-80% de las parvadas susceptibles. La mortalidad puede tener un rango que va de 1 a 15% y tiende a incrementar cuando se complica con otros agentes patógenos⁴. En aves jóvenes A. paragallinarum, causa diarrea, disminución en los consumos de agua y alimento, así como baja conversión alimenticia⁵. A. paragallinarum puede participar en la formación de complejos respiratorios que conducen a signos clínicos severos con impactos económicos negativos en la industria avícola⁶. La combinación de esta bacteria con otras como Mycoplasma gallisepticum, Sthaphylococcus aureus, Ornitobacterium rinotracheale⁷, Salmonella entérica (Salmonella enteritidis y Salmonella typhimurium)⁸, Pasteurella multocida⁹, Escherichia coli y especies de Proteus sp.¹⁰, pueden originar casos complicados de Coriza Infecciosa.

Avibacterium paragallinarum tiene distribución a nivel mundial. Algunos países como China, Tailandia, Taiwán, Estados Unidos, México, Alemania y Sudáfrica han reportado la presencia de los tres serovariedades. Australia y Japón, reportan sólo la presencia de los serovares A y C, pero no del serovar B¹¹.

La virulencia asociada a A. paragallinarum se refiere al grado de patogenicidad de la bacteria asociado a la capacidad de invadir, colonizar y multiplicarse en el hospedero con la ayuda de varias herramientas como la cápsula y sustancias tóxicas. Específicamente en esta bacteria, la hemaglutinina (HA) posee una importancia clave en la inmunogenicidad y patogenicidad¹². Además de la hemaglutinina, la cápsula es un factor importante en la virulencia de la bacteria; estudios han demostrado que las bacterias encapsuladas son más virulentas que las no encapsuladas¹³. La patogenicidad de A. paragallinarum puede ser resumida en los siguientes puntos: (i) adherencia a la mucosa ciliar del tracto respiratorio superior, (ii) los antígenos capsulares y la hemaglutinina juegan un papel importante en la colonización, (iii) sustancias tóxicas que se relacionen con el microorganismo durante la proliferación; todos son importantes en el desarrollo de los signos clínicos. Con la inmunosupresión o infección concurrente, el organismo alcanza diferentes órganos produciendo lesiones¹⁴.

Las aves afectadas presentan inflamación de los senos paranasales y de la cara, estornudos, conjuntivitis, con algunas adherencias en los párpados, presencia de exudado en ojos y narinas, y ocasionalmente la enfermedad puede difundirse a las vías aéreas inferiores como los pulmones y sacos aéreos. La severidad de los signos clínicos puede variar de forma significativa entre parvadas. Los signos respiratorios pueden permanecer por un período de dos o tres semanas. Sin embargo, cuando se complica con otras enfermedades como Micoplasmosis, Bronquitis Infecciosa Aviar o malas condiciones ambientales de las casetas la infección se puede presentar por un período más largo y se caracteriza porque en el ambiente se percibe un mal olor.¹⁵

La Coriza Infecciosa es transmitida a través de la inhalación de aerosoles provenientes de aves infectadas o por la ingestión de agua o alimento contaminado con estos aerosoles. Así que, la transmisión de esta bacteria puede ser por medio de contacto directo con aves enfermas, aves con enfermedad crónica, o por medio de aves portadoras asintomáticas o bien por contacto con fómites. Las aves que se recuperan de la enfermedad se mantienen como portadoras asintomáticas de por vida. Esta enfermedad no se transmite de forma vertical por medio de huevo incubable. Se ha reportado la transmisión A. paragallinarum por medio de partículas suspendidas en el aire, por lo tanto, este organismo es capaz de difundirse a distancias considerables por este medio.¹⁵

Una estricta bioseguridad y adecuados calendarios de bacterinización, son las medidas más importantes para la prevención y control de la Coriza Infecciosa. Además de la bacterinización, es importante la selección de un adecuado agente antimicrobial para el tratamiento y control de la CIA. Algunos agentes antimicrobiales han sido usados, pero algunos de ellos pueden sólo reducir la severidad de la enfermedad, pero no eliminan la presencia completa de A. paragallinarum en las aves.¹⁶

La eficacia de las bacterinas contra Coriza Infecciosa se conoce por medio de la respuesta serológica y por las pruebas de potencia¹⁷. La proteína Hemaglutinina (HA) es un importante factor de virulencia para A. paragallinarum, jugando un papel primordial para la adherencia a las células del huésped, tomando en cuenta que la adherencia es el primer paso para la infección de A. paragallinarum. Por lo tanto, las bacterias que poseen bajas cantidades de la proteína Hemoaglutinina suelen ser menos virulentas; pudiendo ser esta la respuesta para la baja virulencia de la serovariedad B¹⁸.

Las bacterinas inactivadas contra Coriza Infecciosa pueden despertar una respuesta de títulos de anticuerpos dirigidos a la hemaglutinina o anticuerpos por complejos mecanismos¹⁸. Las vacunas inactivadas contra Coriza Infecciosa pueden ser reconocidas tanto por los receptores de las células B como de las células T, cuyo mecanismo envuelve varias células (APC, MHC, CD4 y CD8). Las aves que son inmunizadas con un biológico inactivado de Coriza Infecciosa son capaces de generar una respuesta inmune específica dos semanas posteriores a la bacterinización inicial. Se ha reportado que, la aplicación de dos inmunizaciones provee protección por arriba de las 56 semanas después de la inmunización con altos niveles de anticuerpos.¹⁹

Figura 1. Resultados de la prueba de inhibición de la hemoaglutinación (HI) para Coriza Infecciosa Aviar (Serovares A, B y C). Gallina de postura comercial con la aplicación de una bacterina doble a las 7 semanas de edad (hidróxido de aluminio) y una vacuna triple a las 14 semanas (vacuna emulsionada).

NOTA: Para la prueba de HI de Coriza Infecciosa Aviar se considera que títulos iguales o superiores a 5 son protectivos.

Datos expresados en medias geométricas de los títulos reales.

Resultados:

En general, en la figura 1 observamos que la respuesta inmune humoral hacia los tres serovares se mantuvo por arriba de 5, hecho que nos da una perspectiva de la respuesta que generó el calendario de vacunación hacia A. paragallinarum con dos aplicaciones.

También se observó en el monitoreo realizado que, la seroconversión hasta las 42 semanas de edad de las aves fue más elevada para el serovar C. Dado que en México se ha reportado que el serovar C-1 que prevalece muestra una alta virulencia, el resultado de anticuerpos para este serovar se encuentra muy por arriba de los títulos considerados protectivos.

A las 42 semanas de edad de las aves se observó un repentino aumento de los títulos de anticuerpos para el Serovar B, hecho que nos puede hacer pensar que mínimo tres semanas antes se pudo presentar un desafío de campo, hecho que no afecto la producción; ni se observaron cuadros corizoides en las aves.

Discusión:

En el trabajo realizado por Gracia en el año 2008, encuentra que aves vacunadas con dos dosis de bacterinas para Avibacterium paragallinarum, fueron capaces de despertar una adecuada respuesta inmune monitoreada por la prueba de HI. Además, encuentra una correlación entre títulos de anticuerpos y protección. En el seguimiento serológico realizado en una parvada de gallinas de postura comercial, encontramos seroconversiones por arriba del título considerado protectivo para los tres serovares de Coriza Infecciosa Aviar.

Conclusiones:

• La Coriza Infecciosa Aviar sigue siendo prevalente en nuestro país por ello es necesario establecer adecuados programas de inmunización de acuerdo a la prevalencia de la enfermedad en las diferentes áreas geográficas.
• La bacterinización contra Coriza Infecciosa Aviar sigue siendo la mejor herramienta para la prevención de esta enfermedad, acompañada de otras medidas de bioseguridad.
• Es importante hacer seguimientos serológicos de los calendarios de inmunización contra Coriza Infecciosa Aviar para conocer el desempeño de las bacterinas. En caso de que se presente un desafío, es importante tipificar la cepa para conocer que Serovar es el que está prevaleciendo y de ser posible hacer modificaciones en los calendarios de vacunación.

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